La reforma luterana Al principio la iglesia católica no dio importancia a las ideas de lutero ni a sus ataques contra la doctrina de salvacioón por las obras pero muy pronto tuvo que reaccionar ante las noticias que llegaban de alemania de que gran parte de la gente estaba desafiando la autoridad del papa.
La contrarreforma católica Durante casi 20 años la iglesia católica había visto como gran parte de sus fieles se peleaban entre ellos en europa y obispos que dejaban de reconocer al papa como primus inter pares o como maximo pontifice de la iglesia catolica y se separaban de roma incluso algunos cardenales en consecuencia hubo muchos católicos que requerían una reacción de la iglesia que mejorase las costumbres corrigiendo los abusos que habían alimentado la reforma protestante.
La reforma protestante en Inglaterra Enrique VII se opuso sin embargo a la reforma de la iglesia de Inglaterra tras decretar el acta de supremacia en 1534 por la que el mismo rey se convertía en jefe de la iglesia de inglaterra no se realizó ninguna modificación doctrinal o litúrgica sustantiva bajo su gobierno solo se prohibió a obispos y sacerdotes ingleses tener relación con la curia romana y se expropiaron los bienes excedentes de la iglesia católica en beneficio de la corona real.
·Lugares donde se dio la reforma protestante
Lugares donde se dio la reforma protestante Las áreas a las que el cristianismo católico permanecía dominante incluía a Italia, España, Portugal, Francia, el sur de los Países Bajos, los cantones forestales de Suiza, el sur de Alemania, Irlanda, Polonia, Lituania, Checoslovaquia, la mayor parte de Hungría, el norte de Yugoslavia, América del sur, América central, México, la mayoría de las Indias occidentales, Quebec y las islas Filipinas.
Carlos V y Martin Lutero Aunque la historia de Lutero comenzaremos a tratarla en el próximo artículo, en este punto de la historia debemos recordar que Lutero clavó las famosas 95 tesis que dieron inicio a la Reforma Protestante, el 31 de Octubre de 1517, dos años antes de que Carlos V fuera electo emperador del Sacro Imperio Romano. Y dos años después de su elección, en 1521, Lutero tuvo que comparecer ante este poderoso emperador en la Dieta de Worms, donde Lutero rehusó retractarse de las cosas que había escrito. Para Carlos V la religión católica era un elemento vital para mantener la cohesión y unidad de su vasto imperio que se encontraba seriamente amenazado por los turcos Otomanes. Por eso, cuanto murió su tía Margarita, hermana de Felipe el Hermoso, en 1523, Carlos nombró a su hermana María como regente de los Países Bajos; pero María sentía cierta simpatía hacia las ideas de Lutero, algo que Carlos no podía tolerar de ningún modo. Así que le envió un mensaje en el que le decía: “Ten la seguridad de que, si tuviese alguna sospecha con respecto a la fe, no te ofrecería este puesto de confianza, ni te manifestaría una amistad fraternal”. Y luego añade: “No toleraría en los Países Bajos lo que debí aceptar, bajo la presión de las circunstancias, en Alemania”. Estos datos nos ayudan a entender mejor el reto que Lutero tuvo que enfrentar al oponérsele a las dos instituciones más poderosas del mundo en aquellos días: a la Iglesia Católica y al emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Ese reto lo vemos reflejado en el famoso himno escrito por Lutero, después de haber comparecido ante el emperador en la dieta de Worms:
El Sacro Imperio Románico Germánico En este punto de la historia debemos introducir otro elemento de vital importancia para poder comprender el contexto político europeo en el que surge la Reforma: el Sacro Imperio Romano Germánico. Para entender esta parte de la historia debemos retroceder al 395 d.C., al momento en que el Imperio Romano fue dividido entre el Imperio Romano de Occidente, con su capital en Roma, y el Imperio Romano de Oriente, con su capital en Constantinopla. La parte Occidental del Imperio cayó en manos de los bárbaros en el 476. La parte Oriental continuaría en pie hasta el 1453, cuando cayó en mano de los turcos. A mediados del siglo X, el rey de Germania, Otón I, funda lo que se llamará el Sacro Imperio Romano Germánico, que no es otra cosa que una versión “cristiana” de lo que había sido el Imperio Romano Occidental, de ahí el título de “Sacro”. Esta versión “cristiana” era más pequeña que el original, y sería la institución política capital del Occidente cristiano, hasta que fue disuelto por Napoleón en 1806. En su apogeo, el imperio englobaba la mayor parte de las actuales Alemania, Austria, Suiza, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, República Checa y Eslovenia, así como el este de Francia, el norte de Italia y el occidente de Polonia. Ahora bien, este era un Imperio muy singular. En una Europa donde las naciones comenzaban a organizarse como países, Alemania no tenía un rey como Francia, Inglaterra o España. La dignidad imperial del Sacro Imperio Romano Germánico no se transmitía por herencia, sino que era elegido por un grupo de electores (en el tiempo de Lutero estos electores eran siete como las siete ramas del candelabro de Apocalipsis). Estos electores tenían mucho poder en el Imperio y más adelante veremos el papel trascendental que uno de ellos, el duque Federico el Sabio de Sajonia, jugó en la historia de Lutero. Uno de esos emperadores del Sacro Imperio fue Maximiliano I, padre de Felipe el Hermoso, el esposo de Juana la Loca. A la muerte de Maximiliano I, en 1519, había tres pretendientes al trono del Sacro Imperio: Francisco I (Francia), Carlos I (España) y Enrique VIII (Inglaterra). Los príncipes electores eligieron a Carlos I (hijo de Felipe el hermoso y Juana la Loca, nieto de los reyes Católicos, que ahora venía a ser Carlos V en lo que respecta al Sacro Imperio). Carlos prometió “ante Dios y sus ángeles querer conservar, ahora y en el futuro, las leyes y el derecho, así como la paz en la Santa Iglesia”. Así que Carlos era ahora rey de Castilla y Aragón y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. También ostentó los títulos de rey de Nápoles, de Sicilia y de Cerdeña, además de duque titular de Borgoña y archiduque de Austria.
· ¿Quién es Lutero? Lutero se caracterizó por exhortar a que la Iglesia cristiana regresara a las enseñanzas originales de la Biblia, impulsando con ello una reestructuración de las iglesias cristianas en Europa. La reacción de la Iglesia católica ante la reforma protestante fue la Contrarreforma. Sus contribuciones a la civilización occidental se llegan a considerar más allá del ámbito religioso, ya que sus traducciones de la Biblia ayudaron a desarrollar una versión estándar de la lengua alemana y se convirtieron en un modelo en el arte de la traducción. Su matrimonio con Catalina de Bora el 13 de junio de 1525 inició un movimiento de apoyo al matrimonio sacerdotal dentro de muchas corrientes cristianas.
Contrariando la voluntad de sus padres, Martín Lutero se hizo monje agustino en 1505 y comenzó a estudiar teología en la Universidad de Wittenberg, en donde se doctoró en 1512. Siendo ya profesor comenzó a criticar la situación en la que se encontraba la Iglesia católica: Lutero protestaba por la frivolidad en la que vivía gran parte del clero (especialmente las altas jerarquías, como había podido contemplar durante una visita a Roma en 1510) y censuró también que las bulas eclesiásticas (documentos que teóricamente concedían indulgencias a los creyentes por los pecados cometidos) fueran objeto de un tráfico puramente mercantil. Las críticas de Lutero reflejaban un clima bastante extendido de descontento por la degradación de la Iglesia, expresado desde la Baja Edad Media por otros reformadores que se pueden considerar predecesores del luteranismo, como el inglés John Wyclif(siglo XIV) o el bohemio Jan Hus (siglo XV). Las protestas de Lutero fueron subiendo de tono hasta que, a raíz de una campaña de venta de bulas eclesiásticas para reparar la basílica de San Pedro, decidió hacer pública su protesta redactando sus célebres noventa y cinco tesis, que clavó a la puerta de la iglesia de Todos los Santos de Wittenberg (1517) y que pronto serían impresas bajo el título Cuestionamiento al poder y eficacia de las indulgencias.